En busca del sentido: El triple rol

¿CUÁL ES TU ROL?

La constante búsqueda de respuestas y claves para vivir mejor nos ha hecho entender que unir nuestros esfuerzos con otros seres humanos hace la diferencia, que debemos buscar la mejor manera de organizarnos y que definir unos valores y principios que guíen el camino es fundamental. Pero hay otro secreto que, complementario a los demás, hace la diferencia: una clave que nos invita a participar y a tomar acción, haciendo el mejor uso de nuestros talentos y cualidades.

En el día a día todos cumplimos un rol (o varios), que se va definiendo según nuestras capacidades, deseos, sueños y formas de ser. Hay unos que ya vienen asignados a nosotros y otros que llegan a lo largo del camino… Podemos ser hijos, padres, hermanos, amigos; pero también ser quien organiza, quien dirige, quien enseña, quien escucha. 

Cumplir este rol es fundamental para el funcionamiento en sociedad, con cada persona trabajando desde su frente y uniendo esfuerzos para la vida en comunidad. 

Desde las primeras sociedades, es posible encontrar ejemplos de esto. Ciertas personas se dedicaban a los cuidados, otras a la siembra de alimentos, otros al área espiritual, otros al conocimiento, otros a la defensa del territorio, etc. Sin embargo, a veces este reparto de tareas o funciones sociales podía ser injusta y poco equitativa. Hoy en día, hemos entendido que hay otras formas de hacer las cosas, y aunque seguimos organizándonos por roles sociales, ya sabemos cómo tener dinámicas más justas y mejores.

PERSONALIDAD, LO QUE NOS HACE ESPECIALES

Estos roles se establecen teniendo en cuenta muchos factores, siendo influenciados, incluso, por el propio tipo de personalidad. La personalidad es una de las características más distintivas de los seres humanos, y se refiere a los patrones de pensamiento, comportamiento y emociones que hacen que cada individuo sea único y que determinan su manera de actuar ante circunstancias particulares.

A lo largo de la historia, se han propuesto diferentes modelos para comprender y clasificar la personalidad. Desde la teoría de los cuatro temperamentos descritos por Hipócrates en la Antigua Grecia hasta los 16 Tipos de Personalidad del Indicador Myers-Briggs. Incluso, la astrología ha intentado responder a esta cuestión, clasificando las formas de ser de las personas dependiendo del día en que se nace y los astros que estaban en el cielo en ese momento: lo que conocemos como signos zodiacales. 

El psicólogo suizo Carl Jung, por ejemplo, planteaba que la personalidad se divide según dos categorías: Introvertidos o Extrovertidos. Y a su vez en cuatro funciones psicológicas: Pensamiento, Sentimiento, Sensación e Intuición. La unión de esto daba como resultado 8 diferentes tipos de personalidades, cada una diferente y especial, y cada una con sus propias cualidades y defectos. 

No existe pues una personalidad mayor o ideal: todo lo contrario, cada persona aporta al colectivo sus propios valores, perspectivas, fortalezas, formas de hacer las cosas y entender el mundo. Eso enriquece nuestra experiencia humana y fomenta la colaboración y la unión de esfuerzos. De esta manera, por ejemplo, la introspección y capacidad de reflexión de los individuos con personalidad ‘pensamiento-introvertido’ se puede combinar y potencializar con las habilidades sociales y empatía de las personas con personalidad ‘sentimental- extravertido’ para crear así grupos de trabajo más diversos y capaces.

Además, aunque hay rasgos que prevalecen a lo largo de los años, la personalidad es una variable constante. Así como el mundo está siempre en cambio, así mismo los seres humanos, en una temporada de la vida pueden tener un interés y una forma de hacer las cosas y en otra temporada tener otro diferente. 
 

EL TRIPLE ROL, UN MODELO INNOVADOR

Esta idea puede trasladarse al mundo de una cooperativa. Allí se hacen las cosas diferentes a la empresa con ánimo de lucro, porque en ellas no existen “inversionistas” por un lado y “clientes” por otro: existen “asociados”, cada uno de ellos con un triple rol: son a la vez dueños, gestores y usuarios.

Este triple rol es un modelo que invita a la participación activa de los mismos asociados y genera una motivación para que den lo mejor de sí, ya que el éxito y los beneficios van a depender de ellos mismos.

Unido a las demás claves de la vida, el triple rol de los asociados permite que todos podamos ser y sentirnos dueños de las empresas que nos sirven, beneficiarnos con ellas y decidir sobre ellas… Y existen unos parámetros que indican qué significa cada rol; pero ese es otro de los secretos a descubrir y en ello profundizaremos en nuestro próximo artículo.