COOPERATIVAS POR UN MUNDO MEJOR

El cooperativismo es un modelo exitoso e inigualable. Ya hemos visto que todas las claves que lo caracterizan son equiparables a las claves para construir un mundo mejor; que es un modelo basado en la solidaridad, que posibilita la unión de las personas en torno a objetivos comunes y que invita a la participación activa y constante, siempre inspirando a otros a tomar su ejemplo.

Por ejemplo, buena parte de la comida que llega a tu mesa fue producida por una cooperativa agrícola. Este tipo de organizaciones solidarias contribuyen a la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza en diferentes áreas del mundo: usualmente son de productores que se unen para mejorar sus condiciones económicas, su capacidad para producir y comercializar sus productos. Esto les permite unir sus recursos y hacer acuerdos colectivos con proveedores o clientes que benefician a todos. 

Así mismo, el acceso a diversos servicios requeridos de forma cotidiana, así como a muchos productos de primera necesidad, es posible gracias a las cooperativas de consumo o a las de servicios. Este tipo de cooperativas usualmente son creadas de dos formas: una, cuando un grupo de micro empresarios o comerciantes se unen para ofrecer sus productos o servicios en condiciones mucho más competitivas de lo que podrían lograr individualmente; y otra, cuando son los mismos consumidores los que se asocian, para acceder a los productos o servicios que necesitan, en condiciones más favorables de lo que les ofrece el mercado.

Hay que resaltar que estas cooperativas tienen un impacto social y económico muy positivo, pues contribuyen a empoderar a los consumidores y que tengan más control sobre los servicios que requieren. Gracias a su modelo basado en la solidaridad, las cooperativas se centran en la calidad de los productos o servicios y ofrecen precios justos, pues pueden negociar mejores condiciones con los proveedores. Además, muchas de ellas se enfocan en productos locales o de comercio justo, aportando así a la sostenibilidad ambiental.

Finalmente, el progreso y la tranquilidad de muchas familias es posible gracias a cooperativas financieras o de seguros. El modelo cooperativo posibilita el acceso a servicios financieros a personas que de otra manera tendrían dificultades para tenerlos.
Además, este tipo de cooperativas fortalecen las economías locales, porque se enfocan en servir a sus asociados y a la comunidad, facilitando el acceso a créditos y ahorro a pequeñas empresas y emprendedores. Y por supuesto, reinvierten sus excedentes en la misma comunidad, con más servicios y beneficios. 

Y de la misma forma, las cooperativas y mutuales de seguros, propiedad de los asegurados y controladas democráticamente por ellos mismos, benefician a más de 900 millones de personas en todo el mundo: esto constituye un aporte crucial dentro de los sistemas de protección social en muchos países, pues facilitan el acceso a pólizas en condiciones más favorables que las disponibles en el mercado.

Lo mismo ocurre en muchos otros aspectos de la vida. 
 

COOPERATIVAS EN COLOMBIA 

En Colombia, las primeras cooperativas se formaron a principios del siglo XX; en 1931 se promulgó la primera ley sobre asociaciones cooperativas, y hoy en día, es un modelo productivo y efectivo del que se benefician millones de colombianos y sus familias.

Actualmente, según datos de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop), el país cuenta con más de 3.214 cooperativas que reportan cerca de 6,4 millones de asociados, generando más de 113 mil puestos de trabajo y activos cercanos a los $14 billones de pesos.

Pero eso no es todo. Se estima que aproximadamente el 38% de la población colombiana se beneficia de los servicios prestados por las cooperativas, es decir, unos 19 millones de ciudadanos del país. Por poner solo algunos ejemplos, podemos mencionar una de las empresas agroindustriales más importantes del país, Colanta, cooperativa de productores con un impacto significativo en el desarrollo rural de Colombia; así mismo, las cooperativas de salud atienden a un 25% de la población del país y las cooperativas con actividad financiera representan más del 3% del total de activos del sistema financiero.

El modelo cooperativo impacta las vidas de muchos y lo hace siguiendo las claves de la vida: esas que hemos venido desarrollando a lo largo de esta serie, en todos nuestros artículos, podcast y videos.  Hoy, más que nunca, necesitamos revisar y poner en práctica estas claves, porque nuestros contextos cada vez más complejos nos siguen llamando a unir nuestros esfuerzos, a organizarnos y a pensar en los demás. 

Pero aún nos falta ver un ejemplo muy especial: continúa leyendo nuestro último artículo,
como inspiración para seguir el impulso solidario.