En Busca del Sentido. Solidaridad en acción
La vida está llena de enigmas por resolver, de pruebas que se cruzan en nuestro camino… pero hemos aprendido que una de las claves para la resolución de misterios -y para el desarrollo de la humanidad- está en la solidaridad. ¿Cuál es el secreto de la organización humana y cómo pasar de la idea de la solidaridad a la acción?
Ayudarnos unos a otros ha sido una fuerza movilizadora en la historia de la humanidad, permitiendo la evolución humana y manifestándose de diferentes formas a lo largo del tiempo: hordas, tribus, clanes, fratrías, familias, Estado. Desde las primeras sociedades hasta la actualidad, la solidaridad ha desempeñado un papel crucial en la construcción de comunidades, la resistencia frente a la adversidad y la promoción del bienestar colectivo. En la actualidad, la solidaridad ha sido fundamental para impulsar los movimientos sociales que transforman el mundo.
Pero la solidaridad por sí sola no es suficiente, es solo la chispa, y se requiere de la organización, un plan que permita transformar ese impulso solidario en acciones concretas. Para ello se ha pasado por diferentes modelos que han requerido del ensayo y error, dando como resultado diversas formas de organización humana a lo largo de la historia.
INSPIRADOS EN LA NATURALEZA
En este proceso, los seres humanos han mirado a la naturaleza para tomar ejemplo, inspirándose en sus patrones de organización y analizando cómo opera el impulso de cooperación. Se ha intentado imitarla para encontrar la respuesta a este enigma, pues el reino animal es experto en organización. Miremos algunos ejemplos:
Las abejas se organizan en colmenas donde todas trabajan juntas para el cumplimiento de un objetivo en común. De esta manera, cada abeja desempeña un papel específico y todas cooperan entre sí para mantener el equilibrio que asegura la supervivencia y prosperidad de la colonia.
De la misma manera, se puede tomar como ejemplo el funcionamiento de un bosque como ecosistema, ya que en él diferentes especies interactúan y coexisten, creando ciclos y beneficiándose en conjunto.
Y por supuesto, no podemos dejar de mencionar esas maravillosas bandadas formadas por estorninos, las llamadas “murmuraciones”: en ellas, miles de pájaros vuelan al unísono como en un baile perfectamente sincronizado. La ciencia sigue estudiando la razón de este comportamiento: ¿es para defenderse de los depredadores, para indicarle algo a los demás de su especie o solo una muestra de su talento?
Sea lo que sea, lo que sí es verdad es que, en la naturaleza, el reino animal y vegetal son un gran ejemplo de comunicación y coordinación colectiva.
EL BIENESTAR COMÚN ES LA CLAVE
Como hemos mencionado, los primeros humanos empezaron a organizarse no solo como forma de supervivencia sino también para la consecución de objetivos en común. Incluso muchas sociedades se unían porque creían que tenían una razón divina para hacerlo o porque los dioses así lo mandaban.
Las formas de relacionamiento humano se han complejizado y se han creado nuevas dinámicas sociales que demuestran que juntos podemos ser más fuertes: y en ellas, el bienestar común es la clave. Un muy buen ejemplo de ello lo constituyen las distintas expresiones de la Economía Solidaria, y dentro de ellas de forma muy destacada, las cooperativas.
VALORES QUE UNEN
Al igual que las abejas en una colmena o los árboles en un bosque, las cooperativas reconocen la importancia de unir esfuerzos para alcanzar metas compartidas. Son empresas creadas por personas que quieren ayudarse mutuamente a alcanzar los sueños y que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones comunes. De esta forma, pensando en colectivo, pueden aunar recursos y asegurarse de que todos reciben justa y equitativamente los beneficios generados por la empresa.
Así pues, en una cooperativa no se es solamente un usuario que se beneficia de los servicios: se es también copropietario, y por eso se puede participar en la toma de decisiones de manera democrática.
Las cooperativas son un modelo muy interesante: se basan en valores importantes para la vida, como la solidaridad, la democracia o la igualdad, pero al mismo tiempo deben ser rentables y eficientes, pues ello garantiza su sostenibilidad.
UN MODELO QUE FUNCIONA
En tiempos de transformación como en los que vivimos, organizarnos y convertir en acciones tangibles esa solidaridad se hace más necesario que nunca. Y frente a ello, el cooperativismo es una respuesta concreta y muy exitosa.
En el mundo existen aproximadamente 3 millones de cooperativas que benefician a cerca de 1.200 millones de personas en todo el mundo. Es un modelo que funciona y beneficia a muchos, poniendo el capital al servicio de las personas, no al revés. Es un movimiento que sigue creciendo, listo para continuar ofreciendo soluciones y forjar un mejor futuro para todos.
Son muchos elementos alineados que crean una fórmula mágica y esa fórmula es la que seguiremos descubriendo.
Fecha de publicación 19/10/2024
Última modificación 22/10/2024