¡El impulso de papá, siempre nos permite llegar a donde queremos estar!
Gordito o flaquito, alto o bajito, rubio o trigueño, sedentario o deportista, artista o matemático, ingeniero o mecánico, gruñón o divertido, profesional o empírico, indoor o outdoor, introvertido o extrovertido, no importa cómo sea o cómo luzca papá, lo importante es lo que, los padres de hoy, sin importar su empaque, están construyendo en la formación de sus hijos.
El rol de papá sí que ha cambiado. Cuenta la historia que, años atrás, la mayoría de los papás, vivían una paternidad fragmentada y muy al margen de ser compañeros idóneos para sus hijos. Los padres -en su mayoría- eran los encargados de llevar primordialmente a casa toda la provisión económica que el hogar requería.
Muchos no sabían cuánto calzaban sus hijos, sus tallas y medidas, sus materias y actividades favoritas. Tampoco conocían a sus amigos ni juegos predilectos y en sus colegios poco se les conocía. Para pesar de muchos, a los papás solo se les veía llegar cansados de trabajar.
Sin embargo, esa dinámica del padre como único proveedor de casa ha cambiado. Hoy podemos ver a más padres conectados más que nunca con sus hijos, padres que quieren romper el molde de padres tradicionales, y más bien trabajan y se esmeran para ser guías y compañeros de vida para sus hijos.
Actualmente hay una mirada más amplia de los roles que se clasificaron entre lo masculino y lo femenino. Los hombres pueden realizar tareas del hogar como cocinar, organizar, limpiar y las mamás, por su parte, también pueden llevar la provisión económica al hogar. Ninguno pierde su valor, al contrario, los dos suman y aportan a la familia.
Los papás de hoy a través de su impulso acompañan a sus hijos, con un consejo, con una palabra, con una voz aliento. Están ahí para escuchar las inquietudes o las historias de sus hijos.
A todos los padres de nuestra comunidad, que quieren vivir su paternidad de manera responsable y amorosa, les decimos, que los admiramos y que queremos acompañarlos, en cada momento. Por eso, aquí te damos algunas recomendaciones que te ayudarán no a ser un padre perfecto, sino mejor, a ser padres que quieren educar desde el amor y el respeto.
Tienes una misión que no debes perder de vista: Empoderar a tu hijo para que se relacione con el mundo que le rodea, conocer y respetar sus emociones, entregándole principios y valores a través del amor y la comprensión.
Fecha de publicación 18/06/2024
Última modificación 19/06/2024