Hasta siempre doctor Víctor H. Pinzón
Un homenaje a quien dedicó toda su vida a hacer realidad la idea que, cuando los seres humanos cooperamos, el mundo se hace mejor.
El pasado 7 de septiembre de 2021 en el Grupo Empresarial Cooperativo Coomeva le dimos el último adiós a nuestro gestor, cofundador de Coomeva y reconocido líder cooperativista colombiano: el médico pediatra Víctor H. Pinzón Parra, quien falleció a sus 98 años.
Por su obra y vida, el doctor Víctor H. Pinzón ha sido reconocido como uno de los principales promotores del movimiento cooperativo colombiano, y un líder que marcó importantes hitos en la historia y el desarrollo de Coomeva.
Se destacó por su profunda convicción y liderazgo entre los 27 médicos que, el 4 de marzo de 1964 se unieron para crear a Coomeva Cooperativa, de la cual fue su gestor y cofundador. Fue un visionario nato, lleno de sueños y entusiasmo por la vida. Creía con gran convicción que un mundo mejor es posible para todos, y en esa búsqueda dejó una profunda huella a través del cooperativismo.
Al año de haber fundado la Cooperativa, el doctor Pinzón fue presidente de su Consejo de Administración, y entre 1992 y el 1997, a sus 75 años, fue gerente general de la misma, tiempo en que le imprimió una importante visión estratégica y sentó las bases para convertirla en el grupo empresarial cooperativo que es hoy, con más de 255 mil asociados, 15 empresas y más de 10 mil colaboradores. Durante su gerencia hizo crecer más de diez veces la base social de Coomeva, basando su gestión en la promoción del cooperativismo, el ahorro, la educación y la proyección a la comunidad.
En los últimos años tuvimos el privilegio de contar con su liderazgo, su asesoría y sus constantes reflexiones y enseñanzas sobre el cooperativismo y sobre su visión de Coomeva.
Tocado por el espíritu del Cooperativismo, no dejó nunca de estudiar ni de enseñar el tema; primero en la que fuera la Universidad Obrera de Cali y luego en donde quiera que tuviera la oportunidad, al interior o fuera del país.
También posicionó el cooperativismo como motor para el desarrollo y el progreso del país, sobre todo del campo, y como un aporte invaluable a la paz de Colombia. Fue un convencido del papel de la mujer en todos los ámbitos del desarrollo, siendo siempre un aliado de sus causas y de la equidad de género.
Vivió en plenitud
El doctor Víctor H. Pinzón también nos enseñó que la plenitud en la vida se alcanza con el goce de pequeñas cosas: el compartir los talentos, las tardes de tertulias y amistades y los desafíos de aprender nuevas ideas. A sus 98 años consideraba la vejez como la etapa más feliz de su vida y al envejecimiento pleno como una meta alcanzable. Tenía una visión positiva, activa y natural del envejecimiento, como la mejor etapa de la vida. Por eso entre su obra se destaca la creación de uno de los programas insignes de Coomeva en pro de los adultos mayores y que ha recibido el reconocimiento del cooperativismo internacional, como es el programa Vida en Plenitud, que hoy mejora la vida de más de 19.500 asociados mayores.
Un hombre cooperativo
Su talante, perseverancia y confianza en la nobleza humana, hicieron de su vida ejemplo digno de liderazgo y motivo de admiración.
El doctor Víctor H. Pinzón nació el 1 de febrero de 1923. Llegó a Cali de su natal Bogotá a los siete años y desde entonces -como él mismo lo dijo- hizo simbiosis con el Valle del Cauca al que amó intensamente, tanto como a Colombia a la que dedicó todos sus esfuerzos desde su condición de hombre cooperativo, dos palabras que definieron su esencia.
Sus padres, miembros del Magisterio, le enseñaron más sobre el servicio a los demás, aunque era un don nato para el doctor Pinzón. Por eso, luego de graduarse del bachillerato en el tradicional colegio de Santa Librada en Cali, y por fortunas de la vida, Víctor H. Pinzón se fue a Bogotá a estudiar Medicina y Cirugía en la Universidad Javeriana, donde se graduó en 1956.
Luego de realizar en Estados Unidos su especialización en Pediatría, regresó a Cali e hizo una exitosa carrera clínica en diferentes instituciones públicas y privadas. Fue reconocido como un médico solidario, de enorme nobleza y entregado a las causas humanas. Ingresó también como docente en la Universidad del Valle donde ejerció con brillantez su carrera académica por 21 años y donde creó el Fondo de Bienestar Profesoral. Conoció el cooperativismo en los años 60, se enamoró de esta filosofía que reflejaba lo que más anhelaba y practicaba en su vida, y en 1981 decidió desvincularse totalmente de la práctica médica y académica para dedicarse al cooperativismo y a Coomeva.
Fue y será siempre reconocido como un hombre y un profesional íntegro en todo sentido. Entre su destacada carrera fue Jefe de Consulta Externa y Urgencias del Hospital Universitario del Valle; Presidente de la Sociedad de Pediatría, del Colegio Médico y de la Asociación Médica del Valle; Magistrado del Tribunal de Ética Médica; miembro de distintas Juntas Directivas, entre ellas del Centro Médico Imbanaco y de su Comité de Ética Médica, y Presidente de la Junta Directiva de la Corporación para la Recreación Popular de Cali.
Premiado
Numerosas distinciones dan cuenta de la labor del doctor Víctor H. Pinzón Parra en beneficio del Cuerpo Médico y del cooperativismo colombiano; entre ellas recibió la Medalla César Uribe Piedrahita de la Federación Médica Colombiana; la Orden del Congreso de la República en el Grado de Gran Caballero; la Orden al Mérito Cívico de la Alcaldía de Santiago de Cali; el reconocimiento como Ejecutivo del Año 2000, de la Cámara Júnior de Colombia; la Medalla al Mérito Cooperativo "Carlos Julio Niño Rodríguez", por la Federación Colombiana de Cooperativas de Ahorro y Crédito, Fecolfín; y la Medalla al Mérito Coomeva.
El poder de las cosas pequeñas
El legado de su pensamiento cooperativo en Coomeva
Buena parte del legado y la filosofía que el doctor Víctor H. Pinzón Parra deja a Coomeva tal vez sea éste: el comprender el verdadero poder de las cosas pequeñas. Que de pequeñas cosas es que se hace grande la vida.
En Coomeva se dedicó a enseñar que con pequeños aportes de los asociados se podría crear una gran comunidad; que un grupo de personas interesadas, comprometidas y educadas en torno al cooperativismo, multiplicarían los valores y beneficios del movimiento cooperativo y lograrían adherir a otros.
En ese sentido, un aspecto sobre el cual enfatizó fue en el poder de la familia. “Es la familia, como el núcleo, como la unidad más pequeña de una sociedad, la que hace grande a la cooperativa. El núcleo familiar del asociado debe ingresar a Coomeva y Coomeva debe ingresar al hogar del asociado para que haya una simbiosis entre el hogar y la Cooperativa. La Cooperativa debe servirle a toda la familia, pues éste es un fundamento del cooperativismo”.
El doctor Pinzón también fue un convencido del poder del localismo. Comprendió el positivo y multiplicador efecto que tiene el escuchar a los asociados en las zonas y entendía que de las unidades territoriales más pequeñas provenían las verdaderas necesidades de los asociados y también las mejores propuestas para solucionarlas.
“Yo creo que la fuerza y el éxito de Coomeva puede verse y se verá si se mantiene y se fortalece cada vez más ese criterio de identidad cooperativa. Es nuestra identidad dentro del cooperativismo lo que nos diferencia de los demás y como podemos hacer algo por los asociados, sus familias y por la comunidad”.
Víctor H. Pinzón participó en el proyecto de creación de la sede nacional de Coomeva en Cali, donde hoy reposa el primer centro del pensamiento cooperativo en Colombia y Latinoamérica.
A los asociados los invito a sentir y vivir su cooperativa; a quererla, defenderla y a utilizar sus servicios, cumpliendo sus deberes con ella, pues su participación es lo que hace que se mantenga fuerte y con más capacidad de servirles”.
Víctor H. Pinzón Parra
Fecha de publicación 21/09/2021
Última modificación 23/10/2021